miércoles, 10 de marzo de 2010

Tres semanas después y a punto de regresar

Como les comenté en mis últimas entradas, fue muy difícil conseguir buenas conexiones a Internet durante nuestro ajetreado viaje y no he podido platicarles de todo lo que hemos hecho. Lo último que les comenté, fue el 22 de febrero cuando estábamos empezando nuestro recorrido por Rajastán, la tierra de los rajás, desde la ciudad de Udaipur.

Desde entonces hemos visitado cientos de lugares interesantísimos en más de diez ciudades y en este momento nos encontramos de vuelta en Khatmandú a tan solo un día de volver a la India y dos de volar de regreso a casa.

Les voy a platicar un resumen de nuestro recorrido e iré subiendo fotos de cada ciudad en las siguientes entradas con un relato un poco más detallado de cada lugar.

Udaipur fue nuestra entrada a Rajastán y es una ciudad con un fuerte/palacio impresionante y además tiene otros dos palacios en el lago. De ahí nos fuimos a Jhodpur, otra ciudad típica de Rajastán con un mausoleo magnífico y un fuerte espectacular. Después estuvimos un día en Jaisalmer que ya está en el desierto y también tiene un fuerte impresionante. Aquí además visitamos unos Havelís, que son como casonas antiguas muy hermosas.

Por la tarde nos fuimos a la aldea de Kuri, que es muy cerca de la frontera con Pakistán en pleno desierto e hicimos un recorrido en camello hasta unas dunas muy bonitas para ver el atardecer. Por la noche nos quedamos en unas chozas de adobe bajo el cielo más hermoso que vimos en India. Cenamos al calor de una fogata y conocimos a unos turistas hindúes cultos y muy amables.

Al día siguiente, y sin bañarnos, nos trasladamos a Bikaner, otra ciudad maravillosa de Rajastán, que está  de paso a Jaipur, la más importante de todas. En Bikaner, estuvimos también un solo día y visitamos el palacio mejor conservado de todo nuestro viaje y cenamos en el Palacio de Laxmi, que además de ser un hotel muy bonito, es donde vive el actual rajá con su familia. Ahí festejamos el cumpleaños de Vero y disfrutamos por tercera vez de unas danzas típicas.

Al día siguiente, salimos de Bikaner y pasamos tres horas en casa de Prakash, nuestro chofer en Rajastán, donde conocimos a toda su familia: su mujer y sus hijos, sus hermanos y hermana, su padre, sus sobrinos, su primo y hasta su tío. Fue una experiencia inolvidable donde nos trataron con una hospitalidad inigualable. Después de comer, nos trasladamos a Jaipur.

Jaipur es la capital de Rajastán y la ciudad más importante de esta región. Aquí pasamos dos días visitando sus fuertes, sus palacios y un impresionante observatorio astronómico y astrológico. Vimos un festival de elefantes y el inicio de las fiestas del "Holi" o la fiesta de los colores.

De aquí nos fuimos en tren a Agra y dejamos Rajastán. Agra es una ciudad muy diferente a todas las que habíamos visitado y por lo tanto un tanto un "shock" para nosotros. Aquí visitamos Fatepur Sikri (un fuerte muy impresionante del emperador del imperio Mogúl y una Mezquita igual de impresionante), el Taj Mahal, el fuerte rojo, el "baby Taj" y un mercado muy interesante.

A continuación nos trasladamos a Khajuraho, pequeño pueblito con unos templos Jainistas y un complejo impresionante de templos hindúes interesantísimos y famosos por sus motivos sexuales en algunos de ellos.

De ahí volamos a Varanasi o Benares, la famosísima ciudad junto al Ganges con su enorme universidad igualmente famosa. Esta ciudad nos sacudió al igual que, seguramente, ha de sacudir a cualquier otro visitante. Pasamos dos días en ella y conocimos su Ghats y sus Galis, la Universidad y su mercado y visitamos Sarnath, un importante punto para los budistas ya que es donde el Budha Shakyamuni dio su primer sermón a sus discípulos. Aquí hay un museo exquisito construido en 1904.

Con eso terminó nuestro frenético recorrido por esta docena de ciudades en India y volamos a Nepal.

Llegamos a Khtamandú y pasamos dos noches aquí. Visitamos primero la exquisita zona de Thamel con sus cientos de tienditas de artesanías y equipo de montaña pirata y el magnífico Durbar Square con sus docenas de templos. Al día siguiente fuimos al maravilloso Boudhanath, al espantoso Pashupadi y a la divertida, bonita e interesante estupa de Swayambhunath.

De ahí nos aventuramos en nuestro intenso y peligroso traslado por las carreteras de Nepal a la ciudad de Phokara, donde al llegar fuimos a comer a un rico restorán francés junto al lago, a contratar nuestro frustrado trekking de día y medio y a subir a la estupa "World Peace Monument" (después les doy el nombre local). A mitad de la caminata de 5kms hacia la estupa, Irene comenzó a sentirse mal del estómago y muy débil. Al llegar al hotel en la tarde/noche, estaba hirviendo en calentura y muy mal del estómago. Decidimos cancelar la caminata del día siguiente y enfocarnos a cuidar y curar a Irene. Con un poco de antibióticos y otras medicinas que traíamos, Irene se recuperó todo el día de ayer descansando en el hotel en Phokara. Mientras tanto, Vero fue a visitar un monasterio budista en una montaña, Benja decidió volar en Parapente al pie de los Himalayas y yo quedarme a disfrutar del pueblito, importar mis más de 3,000 fotos al Lightroom y a cuidar a Irene.

Hoy por la mañana, salimos de vuelta a Khatmandú y después de las más de 6 horas de camino llegamos de vuelta a esta ciudad. Por la tarde visitamos el Patán, una antiquísima ciudad que, como sucedió con muchas en la ciudad de México, ahora es parte de la zona conurbada de Khatmandú. Pasamos toda la tarde en el Durbar Square de Patan disfrutando de su rica colección de edificios, templos y altares con impactantes tallas.

Mañana tenemos que tramitar un permiso para poder regresar a India, ya que a pesar de tener una visa de múltiples entradas, ahora hay que pasar medio día en trámites. Después de liberarnos, iremos a Bhaktapur (?) como último punto de visita de todo nuestro viaje. Pasado mañana volamos a Delhi por la mañana y en la noche nos embarcamos de vuelta a México e Irene a Alemania.

Hasta pronto

No hay comentarios:

Publicar un comentario