Desde inicios del 2008, Irene y yo comenzamos a platicar más en serio de la idea de tomarnos un año sabático, ella sentía ganas de ir a vivir a Europa por una temporada, pero nunca imaginamos que terminaríamos haciendo un cambio así de radical.
Yo nunca me opongo a la idea de una nueva aventura, pero tanto así como muchas ganas, yo no tenía. Sentía que tenía que terminar mi ciclo en
Almacenes García donde llevaba más de dos años como consultor y además estábamos en una etapa importante del proyecto
RTPD donde también colaboraba.
Ella por su parte, estaba muy atareada en Bunko Papalote pues estaban impulsando un proyecto llamado "Leer para transformar" con el Fondo para los niños México. Aún no empezaba a trabajar en Kaoo Láte con Vero, Sara y Vish.
Varias veces le pusimos una fecha para irnos pero estábamos ambos tan atareados con nuestras actividades que en realidad no hacíamos nada para que sucediera.
Sucedió que en diciembre de 2008 terminó mi trabajo con "García" pero en la RTPD me ofrecieron trabajar de tiempo completo como Director de Innovación Tecnológica y lo acepté. A partir de Enero '09 estaba nuevamente totalmente ocupado. De todas maneras seguíamos hablando de irnos un año a vivir fuera en algún momento del 2009.
La fecha se recorría una y otra vez a medida que nos replanteábamos la posibilidad de irnos. Recuerdo que habíamos dicho que ya seguro en Octubre del 2009 nos iríamos pero, en junio o julio, cuando comenzó a verse más cerca la fecha y seguíamos sin tomar ninguna acción, nos dijimos que mejor de plano guardábamos la idea en el "cajón" y que ya veríamos si en el 2010 se podría dar. Mi querido amigo Alfredo Careaga me preguntó un día que qué había sucedido con el plan de irnos, y cuando le dije que ya lo habíamos vuelto a posponer, en 15 minutos de recorrido en el auto, me hizo ver la preciosa oportunidad que estábamos desperdiciando.
Platicando con Alfredo, y gracias a su maravillosa habilidad de sacudir a los demás y siempre tener una solución viable hasta para las excusas más elaboradas, me quedó claro que nunca llegaría el momento ideal que estábamos esperando. Nunca íbamos a estar Irene y yo, a la vez, con ganas de un cambio y en las condiciones de poder dejar nuestros respectivos proyectos en turno de manera fácil. Ese día, esperé a que llegara Irene a la casa y le transmití lo que acababa de comprender.
Hablamos de aprovechar esta "ventana" de oportunidad en nuestras vidas. Nuestra historia juntos tenía más de 25 años y habíamos ya logrado "palomear" casi todo aquello que tradicionalmente se considera como parte de una vida exitosa: ser una buena pareja, tener hijitos, construir una casa, vivir una temporada en el extranjero, ser profesionalmente exitosos, correr maratones, viajar, etc. Todo esto, por supuesto que ha sido maravilloso, pero nos preguntamos nuevamente –¿qué sigue?– y al hacerlo, nos dimos cuenta que buscar la seguridad, las comodidades y acumular bicicletas, computadoras y cámaras fotográficas es "rico" pero nos estaba llevando a un lugar al que no queríamos ir.
Estamos en un momento especial de nuestra vida –y probablemente todo el mundo siempre lo estamos– en que todavía podemos hacer un cambio para ir en busca de lo que realmente vale la pena. Mis hijos ya son adultos y ambos se saben valer por sí mismos muy bien. Llevan más de cinco años viviendo fuera de casa y son muy independientes. Además, están muy enfocados en sus proyectos de vida personales y con muchísimas actividades.
Nosotros no hemos acumulado deudas con nadie y contamos con un patrimonio razonable –y mucho hablaré de este tema en conversaciones futuras– para poder tomar el riesgo de dejar nuestras actividades productivas temporalmente. Y, finalmente, somos lo suficientemente "jóvenes" para tener la energía y el entusiasmo de emprender una búsqueda sin saber bien por dónde.
Al comprender un poco mejor todo esto, nos dimos cuenta que en vez de tomarnos un año sabático, lo que queríamos hacer era quitarnos de encima la carga de todo el bagaje material que habíamos acumulado y la obsesión por sentirnos "seguros".
Como mañana salgo a la India a las 5am, tengo que hacer muchas cosas y tendré que seguirles platicando después.
Adeu